15 junio, 2025

FIEL, AÚN EN LA ADVERSIDAD

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Fecha: 16 al 22 de junio del 2025
Enfoque del mes: FIDELIDAD

Título: FIEL, AÚN EN LA ADVERSIDAD.

Base bíblica: Génesis 50: 18 al 21.
18 vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí por siervos tuyos. 19 Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? 20 vosotros pensasteis mal contra mí, más Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo

OBJETIVO:
Que cada persona y familia comprenda que la fidelidad a Dios, aun en medio del
sufrimiento, la injusticia y los procesos prolongados, no solo honra al Señor, sino que también forma nuestro carácter, abre puertas a propósitos mayores y demuestra cómo Dios puede usar incluso el mal que otros intentan contra nosotros para obrar el bien. Este estudio busca animar a cada creyente, al observar la vida de José, a mantenerse firme en fe, obediencia y esperanza, sabiendo que Dios es fiel para cumplir su propósito en aquellos que también son fieles a Él.

INTRODUCCIÓN:
La historia de José es una de las más profundas y conmovedoras de toda la Biblia.
Desde sus días como el hijo favorito de Jacob, pasando por la traición de sus hermanos, la esclavitud en Egipto, la prisión injusta, hasta su ascenso como el segundo al mando del faraón, su vida estuvo marcada por extremos de dolor y gloria.
Sin embargo, hay una constante que sostiene a José en cada temporada: su fidelidad a Dios.
En Génesis 50:20, cuando José se encuentra cara a cara con los hermanos que lo habían vendido como esclavo, pronuncia una de las declaraciones más poderosas del Antiguo Testamento:
“Vosotros pensasteis mal contra mí, más Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.”

Esta frase no solo revela perdón, sino también una profunda comprensión de la soberanía de Dios y de la recompensa que trae mantenerse fiel en medio del sufrimiento. José no permitió que su corazón se llenara de amargura ni que las pruebas lo alejaran del propósito divino. Su fidelidad en lo oculto, en lo injusto y en el dolor fue lo que lo preparó para lo que Dios haría a través de él. A lo largo de su vida, José nos enseña que ser fiel no depende de las circunstancias, sino de nuestra relación con Dios. En un mundo donde las pruebas pueden sacudir nuestras convicciones, su historia nos recuerda que la fidelidad tiene recompensa —no siempre inmediata, pero sí eterna.

DESARROLLO DEL TEMA: A continuación, veremos puntos clave sobre la fidelidad de Dios en la vida de José, y cómo esa fidelidad también se manifestará en la tuya.

1. Fidelidad en la oscuridad: permanecer íntegro cuando nadie ve Cuando José fue vendido como esclavo y llevado a Egipto, todo lo que conocía le fue arrancado: su familia, su idioma, su cultura. En ese lugar, nadie conocía al Dios de Israel. Pudo haberse justificado para abandonar sus principios, pero no lo hizo.
En la casa de Potifar, José demostró integridad al rechazar los avances de la esposa de su amo. Su respuesta fue clara: “¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?” (Génesis 39:9)
Aun sabiendo que nadie más lo vería, José eligió agradar a Dios en secreto. Eso es fidelidad. No lo hizo una sola vez, sino que vivió con esa integridad incluso sabiendo que ser fiel le costaría la cárcel.
La fidelidad verdadera se mide cuando no hay espectadores, cuando no hay recompensa inmediata y cuando ser fiel parece no tener sentido. Lo que haces en secreto determina lo que Dios podrá confiarte en público. José fue fiel en la oscuridad, y por eso Dios lo levantó a la luz.

2. Fidelidad en el proceso: confiar en el propósito de Dios en medio del sufrimiento
Después de resistir la tentación, José fue encarcelado injustamente. Aun así, no dejó de servir. En prisión, interpretó sueños, animó a otros y demostró un espíritu excelente. No se amargó, no culpó a Dios ni dejó de creer. Pasaron años antes de que su situación cambiara. Sin embargo, Dios estaba obrando silenciosamente en su proceso: “Pero Jehová estaba con José, y le extendió su misericordia…” (Génesis 39:21) Muchas veces pedimos a Dios resultados rápidos, pero Él forma nuestro carácter a través del proceso.
La fidelidad no es solo mantenerse puro, sino seguir creyendo en Dios cuando los sueños parecen lejanos. José tuvo que pasar por la cárcel antes de llegar al palacio, porque el proceso era parte del plan. Dios no se había olvidado de él.

3. Fidelidad en la victoria: usar la posición para el propósito, no para la venganza
Cuando José finalmente es promovido a estar a la derecha del faraón, se convierte en el hombre más
poderoso de Egipto después del rey. En ese momento, sus hermanos llegan buscando alimento. José tenía en sus manos el poder de vengarse, de hacerlos sufrir. Pero no lo hizo. En lugar de eso, extendió gracia. “Yo soy José… No me enviasteis vosotros acá, sino Dios.” (Génesis 45:4-8) “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien…” (Génesis 50:20) José entendió que el propósito de su sufrimiento no era personal, sino generacional. Dios lo había enviado por delante para preservar la vida. La fidelidad no termina cuando llega la victoria; de hecho, se prueba más en el poder que en el dolor. José fue fiel a Dios incluso cuando tuvo autoridad. Usó su posición para servir, no para herir. Eso demuestra verdadera madurez espiritual. Dios no solo busca corazones fieles en la prueba, sino también en el éxito.

CONCLUSIÓN: La fidelidad no es una emoción, es una decisión. La historia de José nos muestra que Dios no olvida a quienes son fieles. Aunque el mundo te abandone, aunque atravieses pruebas que no entiendes, aunque todo parezca ir en dirección contraria a las promesas, Dios sigue estando presente.
José nunca dejó de confiar. Su fidelidad no solo lo llevó a un lugar de honra, sino que salvó a naciones enteras. En nuestras vidas, también hay propósitos que dependen de nuestra constancia. Tal vez hoy no veas lo que Dios está obrando, pero tu fidelidad está siendo registrada en el cielo.
No te canses de ser fiel. A su tiempo, Dios abrirá puertas, sanará heridas y cumplirá su plan. “Bien, buen siervo y fiel… entra en el gozo de tu Señor.” (Mateo 25:21)

OFRENDA: (Deuteronomio 16:17)
“Cada uno llevará ofrendas, según lo haya bendecido el Señor tu Dios.”

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