Fecha: Del 24 al 30 de marzo de 2025

Enfoque del mes: PACIENCIA

Título: El poder de la espera.

Base Bíblica: Salmos 37: 7

Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia;

no te irrites ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados.

Objetivo: Reflexionar sobre este salmo, es entender cómo la paciencia es una virtud central en nuestra relación con Dios, que implica confianza y esperanza en sus tiempos perfectos. Además, explorar cómo podemos aplicar esta enseñanza a nuestra vida diaria, especialmente cuando enfrentamos momentos de incertidumbre o espera.

Actividad para los grupos de paz: Para empezar, toma un momento y reflexiona sobre una situación reciente en la que tuviste que esperar, tal vez por una respuesta, una oportunidad o un cambio en tu vida. ¿Qué emociones experimentaste durante esa espera? ¿Te sentiste impaciente o desanimado? Ahora, piensa en cómo podría haber cambiado esa experiencia si hubieras confiado plenamente en los tiempos de Dios. Escribe tus pensamientos en un cuaderno o comparte con un grupo, y enfócate en qué lecciones aprendiste de ese momento.

INTRODUCCIÓN: La paciencia, vista desde la perspectiva divina, es mucho más que esperar pasivamente. En el mundo actual, donde la inmediatez parece ser el estándar, aprender a esperar con fe y calma puede parecer un desafío casi imposible. Sin embargo, el Salmo 37:7 nos invita a encontrar paz en la espera y a confiar en que los planes de Dios siempre se cumplirán en el momento adecuado: «Guarda silencio ante el Señor, y espera en él pacientemente; no te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades.» Este versículo nos ofrece una guía clara para comprender que la paciencia no solo es una herramienta para resistir, sino también una manera de conectar profundamente con el propósito y el plan de Dios.

DESARROLLO DEL TEMA: El poder de la espera se ve reflejado cuando.

1. Confía en silencio: El versículo nos llama a guardar silencio y esperar pacientemente. Esto no significa resignarse, sino confiar plenamente en la soberanía de Dios, creyendo que Él está obrando incluso cuando no vemos resultados inmediatos. La paciencia comienza con la calma interior que proviene de saber que Dios está en control.

2. No te enfoques en lo evidente: El salmo nos advierte contra la tentación de enfocarnos en la aparente prosperidad de los que hacen el mal. En lugar de compararnos o angustiarnos, debemos recordar que la justicia de Dios prevalecerá. La paciencia nos ayuda a mantener una perspectiva eterna, recordándonos que lo que realmente importa está en los planes de Dios.

3. Confía en tu tiempo, no compares: La espera puede ser una oportunidad para crecer en fe, carácter y resiliencia. Dios utiliza estos momentos para moldearnos, enseñándonos a depender de Él y a fortalecernos espiritualmente. La paciencia es una herramienta divina para acercarnos más a Su propósito para nuestras vidas.

Conclusión: El Salmo 37 no es solo una invitación a la paciencia, sino una promesa de que Dios está trabajando siempre en nuestro favor. Cada acto de paciencia nos conecta con Su propósito eterno, permitiéndonos descansar en Su presencia y encontrar paz en Su tiempo. La espera, aunque difícil, es una oportunidad para profundizar nuestra fe, fortalecer nuestro espíritu y descubrir el poder transformador de confiar plenamente en Dios. Cuando confiamos en los tiempos perfectos de Dios, nuestras preocupaciones se transforman en esperanza, y nuestras ansiedades en paz. Recordemos que la paciencia no es una debilidad, sino una expresión de fe y dependencia en nuestro Creador.

Al vivir en paciencia, reflejamos el carácter de Cristo y mostramos al mundo el poder de una vida anclada en la confianza divina. ¡Así que esperemos con fe y esperanza, sabiendo que Dios siempre cumple sus promesas!

OFRENDA: 1 Crónicas 29: 16-18

Señor y Dios nuestro, de ti procede todo cuanto hemos conseguido para construir un templo a tu santo nombre. ¡Todo es tuyo! Yo sé, mi Dios, que tú pruebas los corazones y amas la rectitud. Por eso, con rectitud de corazón, te he ofrecido voluntariamente todas estas cosas, y he visto con júbilo que tu pueblo, aquí presente, te ha traído sus ofrendas. Señor, Dios de nuestros antepasados Abraham, Isaac e Israel, conserva por siempre estos pensamientos en el corazón de tu pueblo, y dirige su corazón hacia ti.

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SÁBADOS 6:00 PM Y DOMINGO 8:00 AM Y 10:30 AM

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