SAL DE LA TIENDA

SAL DE LA TIENDA

Génesis 12:2-3

“Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”

REFLEXIÓN

En este capítulo Dios le promete a Abraham una descendencia grande y ni siquiera había tenido un hijo, después de que él estuviera pasando por un momento de proceso, duda y temor de no saber cómo Dios iba a engrandecer su nombre y a bendecir a todas las familias de la tierra a través suyo como se lo había prometido, pues al no tener descendencia pensaba que esta promesa de Dios quedaría sin cumplimiento; al ver Dios lo que pasaba en el corazón y mente de Abraham decide llevarlo fuera de su tienda, la cual no le permitía ver el firmamento y junto con ello el propósito que tenía con él, pues para poder Dios enseñarle la grandeza de sus planes, lo saco de su encierro físico, de la tristeza de su alma y del temor de su corazón que no le permitían ver más allá del techo de su tienda, luego le mostró el cielo, las estrellas, reafirmo su promesa y le entrego una nueva visión, muchísimo más amplia, esperanzadora y llena de fe.

A veces somos como Abraham, nos encontramos una noche tristes pensando en si los planes y promesas de Dios se cumplirán en nuestras vidas, pues no logramos ver más allá de nuestras deudas, enfermedades, problemas familiares, y demás circunstancias que pueden provocar en nosotros preocupación, ansiedad y estrés. Dios quiere reafirmar su promesa contigo y mostrarte lo hermoso y poderoso de su propósito que, aunque no alcances a verlo si te atreves y tomas la decisión de confiar en Él, Él te guiará y te enseñará el camino que debes andar.

Hoy te invito a que decidas salir de la tienda, que aceptes el llamado de Dios a llevarte fuera y a cambiar tu perspectiva, que ya tu visión no llegue solo hasta donde la tienda del temor, dolor o escasez te lo permita, sino que puedas pedirle al señor que te muestre su visión, esos sueños y planes que tiene con tu vida, que desde hoy no permitas que nada más se interponga en la visión que el Señor te ha entregado.