
Resplandeces por lo que Dios hace en ti
“Ni el hacha ni la sierra son más importantes que el hombre que las maneja. ¡Dónde se ha visto que el bastón controle al que lo usa?!” Isaías 10.15
Te ha ocurrido que quieres que las personas te adulen, hablen de ti, de cuántas cosas logras. Sí, queremos robar la gloria de Dios. Necesitamos mantenernos en el presente, útiles a Dios, haciendo que su obra crezca y permanezca. Somos sus instrumentos y por ello debemos permitir que nos permita recibir de su fuego y mantener el nuestro. Te invito a mantener tu lámpara encendida:
A. Ejercítate.
Personas que quieren abonar a su salud asisten al gimnasio. Asimismo, toda herramienta requiere de un mantenimiento para brindar su mayor utilidad. Y nosotros, en comunión con Dios, entrenar nuestro espíritu para ponerlo al servicio de muchos. De hecho, cuando Dios hace un llamado a su obra, lo hace a personas que no están desocupadas y aprobados que han entendido la comisión por desarrollar.
B. Ofrece honra.
El éxito está a la puerta, pero debemos considerar de dónde proviene el mismo. Nuestras habilidades, experiencia, dominio, conocimiento, ¿lo hicieron posible? Eso quisiera el mundo que pensáramos y hacer que le quitáramos a Dios Su Gracia y Poder. En Su Palabra, Dios dice que Él honra a quien le honra (1 Samuel 2:30).
La vida no se trata de suerte. Es necesario que te sometas al Rey, a tu Señor, seas obediente, diligente, mantener tu comunión con Él. Eso es éxito. No por un resultado sino por la recompensa de la corona de eternidad que tiene para ti. Somos sus instrumentos y podemos ser de aquellos que con relámpagos nuestra luz alcance a mostrar Su camino.
Write a comment:
You must be logged in to post a comment.