Texto Base: Malaquías 3.14, Santiago 2.14, Juan 1.12.

Actividad inicial: Separa dos equipos (Puede ser hombre vs mujeres), nombra en cada ronda a un representante y les das un nombre de película, acción o personaje que ellos deben representar en su mismo equipo y sus compañeros deben adivinarlo lo más pronto posible, el primer equipo que logre llegar a 10 puntos será el ganador.

Introducción: Desde jóvenes, ya sea por costumbre, o por gusto, o simplemente porque nuestros padres o abuelas nos obligaban, hemos conocido un poco sobre lo que es Dios, la fe, y sobre las cosas que “debemos hacer” o las que “no debemos hacer” para agradar a Dios y para que nos vaya “bien en la vida”. Pero… ¿lo que quiere Dios es que sigamos un conjunto de reglas y ya? Si Dios es amor y libertad, ¿no se supone que deberíamos sentirnos libres al seguirlo? ¿por qué muchas veces nos sentimos encarcelados entre el “sí puedes hacer” y el “no puedo hacer”?
1. Dios, ¿dictador o guía?
Dios es un Dios de amor, de perdón, y de gracia, eso de ser un dictador y de dar órdenes no es una de sus características. La decisión está en nosotros, Él nunca nos va a obligar, es un caballero y sencillamente está en la puerta de nuestro corazón, esperando el momento en que decidamos invitarle a pasar. Y en el momento en que decidimos invitarle a pasar, estamos decidiendo amarle, y cuando amamos a alguien simplemente hacemos cosas que a esa persona le agraden, y lo que agrada a Dios no son más que cosas que hacen bien a nuestra vida, porque así es la voluntad de Dios con nosotros, buena, agradable y perfecta.

2. Entonces, ¿cómo podemos seguirle verdaderamente?
Muchos de nosotros estamos acostumbrados a ir a la iglesia, y está bien, pero una relación con Dios no sólo se trata sólo de eso, se trata de aceptar Su propósito en nosotros y que nuestra vida realmente cambie, empezar a tomar decisiones correctas, de orar, leer Su Palabra, y que nuestra vida refleje todo lo que Él nos irá enseñando cada día, para al final disfrutar de una eternidad a Su lado en el cielo.

Sabías que… … Al contrario de lo que se cree, quien cortó el pelo a Sansón no fue Dalila sino un hombre. Ella sólo hizo que se durmiese en sus rodillas para que se lo cortasen (Jueces 16:19).

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