¿QUÉ TAN IMPORTANTE ES EL AMOR EN NOSOTROS LOS CRISTIANOS?

1 CORINTIOS 13:1-3 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

Las palabras de Pablo en los primeros tres versículos del cap. 13 de su primera carta a los corintios son muy elocuentes. Sin amor, lo más preciado del hombre se reduce a la nada; sus más grandes logros se convierten en cero y los dones espirituales vienen a ser menos que nada. Y lo mismo podemos decir de la benevolencia. ¿Qué puede ser más sublime que el entregar todos nuestros bienes para dar de comer a los pobres? Sin embargo, Pablo no solo da a entender en el vers. 3 que es posible hacer algo como eso sin estar movidos por el resorte del verdadero amor, sino que también enseña con toda claridad que de ser así de nada sirve:

                                              

En primer lugar, el amor es aquello que nos dispone a ejecutar todos nuestros deberes para con Dios y para con los hombres.

De igual manera, es el amor la virtud que pondrá un cerco alrededor de nuestro corazón para que no envidiemos al prójimo en su prosperidad; aquello que nos moverá a pensar caritativamente de sus acciones; a moderar nuestras pasiones cuando tiendan a levantarse en medio de la ofensa, de los malentendidos. En Proverbios 10:12. Está escrito que “el odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas”.

 

En segundo lugar, cualquier cosa que hagamos que tenga apariencia de virtud no es más que hipocresía cuando es ejecutada sin amor.

Si no es por amor que lo hacemos, ya no hay sinceridad en nuestra actuación. Sea en el contexto de nuestros deberes para con Dios, o de nuestros deberes para con los hombres; si el móvil que está detrás no es el amor a Dios o el amor al prójimo, ¿cuál es, entonces? El amor a nosotros mismos; a nuestra propia reputación, a nuestra propia comodidad. Queremos el aplauso y la buena opinión de los hombres, para poder servirnos de esas cosas en el momento propicio. Así que mientras aparentamos estar preocupados por la gloria de Dios o el bienestar del prójimo, en realidad estamos preocupados por nuestra propia gloria y nuestro propio bienestar

 

¿Puedes decir honestamente que tu amor por los hermanos es más fuerte hoy de lo que era antes? ¿De lo que era hace un año? ¿Hace 6 meses? ¿Cómo está tu involucración con los hermanos, sobre todo en el contexto de sus aflicciones, de sus necesidades? ¿Hay hermanos en la Iglesia que tienen razones para dar gracias a Dios por ti?

 

Si no podemos discernir crecimiento en estas cosas, probablemente estamos decayendo en nuestra vida de piedad. El que no está creciendo en amor no está creciendo en nada, por cuanto el amor resume todo lo demás. Que el Señor nos ayude a ser juiciosos y honestos al evaluar estas cosas, pero sobre todo que nos dé un espíritu renovado de arrepentimiento, de modo que al evaluarnos a nosotros mismos no desfallezcamos. El Espíritu no convence de pecado para llevarnos a la depresión, sino para que, enfrentando nuestros pecados bíblicamente, seamos cada vez más semejantes a nuestro Señor Jesucristo.

 

 

ORACIÓN: Padre, ayúdanos a conocer el verdadero Amor que proviene de ti… Quita toda hipocresía, falta de Fe, odios, rencores y la falta de perdón, que tu unción rompa todo yugo; danos un corazón de carne conforme al tuyo. Gracias por amarnos con tanta misericordia, nunca apartes tus ojos de nosotros, que podamos amar como tú nos ama.

Write a comment:

You must be logged in to post a comment.

© 2015 Misión Paz
Subir
Encuéntranos: