Ponle energía a tu lámpara.

“Cuando mi mente se llenó de dudas, tu consuelo renovó mi esperanza y mi alegría… porque mi Dios es la roca poderosa donde me escondo” Salmos 94:19-22

El cansancio, las circunstancias, quitan la fuerza necesaria para seguir adelante. ¡Quisiéramos perdernos en aquellos momentos e ir a descansar, pero no es posible! ¿Cómo recargarnos si necesitamos cumplir con nuestra agenda? Cuando renovamos nuestro espíritu nos encaminamos a dicho cumplimiento (2 Corintios 4.16). Intentemos hacerlo a través de:

  1. Descansa en Dios.
    Si hablamos de lo físico, podrías realizar una pausa activa que sería suficiente. Pero pensemos en lo espiritual, eso sería más que un minuto, pero es recordar que Él da fuerzas al cansado.
    Lista los milagros.
    Cuenta cada acción que Dios ha hecho en ti. Una sanidad, un aporte financiero, una restauración, una vida en paz, todo cuenta. Recordar lo que Él ha hecho es hacerlo presente en nuestras vidas, hasta el fin de los tiempos. Su presencia hoy está contigo.
    C. Sus promesas son SI.
    Así es, son amén porque Él no miente, pero nos corresponde llevarlas escritas en el corazón y declararlas en todo tiempo. Él nos hace más que vencedores, todo lo podemos hacer a través suyo, si Dios está conmigo, quién contra mí, solo por dar ejemplos.

Descansemos en el Señor para encender nuestro espíritu, toma los tiempos que requieras para meditar en Él, sus milagros, sus promesas. Sincronízate con Dios. Recárgate, muchos esperan que tú los alumbres y los lleves de camino en la verdad.

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