SEMANA 03 – 19 AL 25 DE FEBRERO
TEMA: MI TESORO
Base Bíblica: Deuteronomio 18:2 (NTV): “No tendrán tierra propia entre los israelitas. El propio SEÑOR es su preciada posesión, tal como les prometió”.
Introducción: Imagínate que Dios te diga: “No tendrás cosas materiales, solo me tendrás a mí”. Eso fue lo que Dios le dijo a los levitas del pueblo de Israel, los adoradores. Él le entregó un lugar donde vivir a cada tribu del pueblo, excepto a los levitas, a los levitas les dijo que Él iba a ser su preciada posesión. ¡Wow!, ¡Qué choque!… Ahora piensa, ¿Será que Dios les dijo eso porque no los amaba? ¿Será que Dios quería que fueran pobres y que durmieran en la calle? ¿Será que Dios fue injusto con ellos?
- Hay mucho más: Todos estos días hemos hablado de la abundancia, y hemos hablado de que Dios quiere bendecirnos y darnos muchas cosas… Pero hay más que eso, hay más que las cosas materiales. Lo que Dios tiene para nosotros es mucho más que una casa, un carro o dinero.
- Solo Dios puede llenarte: La verdad es que las cosas materiales traen alegría, pero esa alegría no dura para siempre. Si tú quieres sentirte pleno y satisfecho con tu vida, necesitas que Dios te llene todos los días.
- Somos eternos: No podemos olvidarnos de que la vida en la tierra es corta y que hay una eternidad que nos espera, por eso Dios insiste tanto en amarnos, y por eso es tan importante que lo busquemos, porque lo que realmente importa es que podamos disfrutar la eternidad con Él.
Conclusión: Los levitas fueron los que recibieron la más grande bendición. ¡Ellos tenían a Dios!; no importaba dónde fueran, qué hicieran, qué problemas tuvieran… Ellos contaban con Dios sí o sí porque Él se los había prometido. ¡Qué bendecidos eran!
Actividad: Toma un tiempo para hablar con Dios, pídele que te ayude a reconocer que Él es todo lo que necesitamos. Y que puedas valorarlo como ese tesoro para tu vida.
Ofrenda: Juan 4:14 (NTV): “Pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna”.
Principio: Si tenemos a Dios, realmente no nos falta nada. Él es quien puede darnos todo lo que necesitamos.
