
LENTES PROFUNDOS
1 Samuel 16:7
“Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
Reflexión.
Vivimos en un mundo que se alimenta de las comparaciones, las etiquetas y la crítica, las apariencias pueden ser engañosas. La apariencia exterior no revela lo que la gente realmente es.
La apariencia física no nos muestra el valor o el carácter, la integridad o la fidelidad de una persona hacia Dios. Las cualidades externas son, por definición, superficiales. Los aspectos morales y espirituales son mucho más importantes para Dios.
Dios mira el corazón. El corazón en las Escrituras es la vida moral y espiritual interna de una persona. Proverbios 4:23 explica que todo lo que hacemos fluye de nuestros corazones. El corazón es el centro, la esencia interna de lo que somos, en ocasiones se tiende a juzgar el carácter y el valor de los demás por la apariencia exterior. Si una persona es alta, atractiva, con buen cuerpo y bien vestida, entonces posee cualidades físicas que los humanos generalmente admiran y respetan. A menudo estas son las cualidades físicas que buscamos en un líder. Pero Dios tiene la extraordinaria capacidad de ver lo que hay dentro de una persona. Dios conoce nuestro Varadero carácter porque «mira el Corazón».
¡Qué gran bendición es que el Espíritu del Señor amplíe nuestra visión!
Reflexiona si eres de los que te dejas guiar, primero por la apariencia o definitivamente lo que hay en el corazón.
Señor, hoy te entrego mi corazón escudriña y quita todo lo que en él hay que no te agrada y me aleja de ti y planta en mí un corazón como el tuyo Señor, haz que pueda ver y sentir como tu Señor. Quiero servirte con un corazón limpio y recto como quieres que lo haga. Te amo mi Señor.
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