“Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y e reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”. (Apocalipsis 12:10 )
Por la fe hemos vivido, y asimismo hemos vencido y superado cada uno de los desafíos a los que nos hemos enfrentado, es por causa de esa fe, que hemos encontrado gracia y favor en nuestro amado Señor, donde Su misericordia es tan grande que nos cubre por completo, perdonando nuestros pecados y limpiándonos por completo de todo aquello que en alguna ocasión pudo haber sido arma del enemigo para acusarnos.
Se hace entonces nuestra bandera más importante, la libertad que nos ha dado el Señor, la nueva vida que recibimos al recibirlo a Él como nuestro salvador, para que nuestro aporte en Su obra sea tan importante y significativo como Él lo ha planeado. El poder que se nos ha confiado en el nombre poderoso de Cristo Jesús es tan grande, que tenemos la autoridad para erradicar todo aquello que no es de beneficio tanto para nosotros como para los demás.
Empoderémonos nuevamente como hijos de Dios, llenémonos del Espíritu Santo y pidamos Su dirección en cada una de las decisiones que tengamos que tomar, donde tanto nuestro pensar como nuestro actuar se encuentren alineados a la voluntad de nuestro buen Dios, para que todo lo que hagamos se centralice en alcanzar Su reino.
Reto del día: Levántate en oración y en guerra espiritual contra toda tiniebla que se quiera levantar a tu alrededor, y bendice a cada persona que te rodea en el nombre de Cristo Jesús
