
SEMANA 04 – 26 DE FEBRERO AL 04 DE MARZO
TEMA: ACTIVANDO MI GENEROSIDAD
Base Bíblica: 2 Corintios 9:11 (NTV): “Efectivamente, serán enriquecidos en todo sentido para que siempre puedan ser generosos; y cuando llevemos sus ofrendas a los que las necesitan, ellos darán gracias a Dios”.
Introducción: Piensa por un momento… ¿Qué tal si tuvieras tanto que tienes para darle a las personas necesitadas sin que a ti te falte nada?; eso es lo que Dios está prometiéndote hoy, que Él se encargará de bendecirte tanto, en todas las áreas de tu vida, para que puedas ser generoso con los demás.
- Dar: Siempre que damos dinero, ropa, comida, un abrazo, una sonrisa, etc., estamos sembrando cosas en los demás, en nuestros amigos, nuestra familia, nuestros vecinos y en todas las personas que amamos; y eso nos va a hacer sentir más felices de lo que podemos imaginar. Jesús lo dijo, es mejor dar que recibir.
- Empieza desde ya: No necesitas esperar a ser millonario, desde ya puedes empezar a dar. Tienes talentos, habilidades, ropa que no usas, ideas creativas… ¡Tienes mucho para dar!
- Ellos conocerán a Dios: La mejor cosa que puede ocurrir cuando damos algo a alguien es que esa persona sabrá que no solo viene de parte de nosotros, sino que viene de parte de Dios. Y entonces podrá conocerlo, darle gracias y entregarle su vida.
Conclusión: Dios sabe las necesidades por las que pasan las personas, y quiere usarte a ti y a mí para que podamos bendecirlos y demostrarles que Él es real, que los escucha y que los ama. Así que cuando Él ponga en tu corazón darle algo a alguien, hazlo, ¡No esperes más!
Actividad: Mentor, como grupo de paz, organicen algo que puedan entregar a una familia (ropa, juguetes, mercado, etc.). Entréguenlo y oren por esa familia, recuérdenles que Dios los ama y está pendiente de todo lo que ellos necesitan.
Ofrenda: Isaías 41:10 (NTV): “No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa”.
Principio: Demos gracias a Dios, porque Él siempre nos acompaña, porque Él quiere que nos vaya bien, y se encargará de ayudarnos para que así sea.